Últimamente me pregunto cómo debo tocarte.
Se me quedan frías las manos y
ya comienzo a pensar que deberíamos salir más a menudo,
ir al teatro, dejarnos ver más.
¿Podemos dejar ya de fingir que no nos conocemos?
Hagamos como si llevásemos años descubriéndonos
en una habitación cerrada,
como si no hubiese nada que arreglar.
Ha llegado el momento de afinarnos, ponernos a tono.
Por favor,
permíteme cantar contigo esta noche.